Fundamentos
Bizcochado cerámico
Esta técnica, practicada desde tiempos antiguos, implica una transformación crucial: la conversión del barro moldeado en una pieza de cerámica resistente y duradera. El proceso comienza con la fabricación de la pieza en barro, seguida de un periodo de secado cuidadoso que permite eliminar toda la humedad. Esta etapa es fundamental para garantizar la integridad y la calidad del producto final.
La magia del bizcochado ocurre en el horno. Aquí, las piezas se cuecen a temperaturas extremadamente altas, generalmente entre 1000 y 1020 grados centígrados. Esta cocción no solo endurece el barro, sino que también lo prepara para las etapas de decoración y esmaltado. La alta temperatura asegura que la pieza adquiera una dureza y una consistencia óptimas, convirtiéndola en un lienzo perfecto para la creatividad artística.